Charla virtual: «La lucha libre en México»

CHARLA VIRTUAL

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La BiblioMusiCineteca organiza la charla virtual La lucha libre en México, con la participación del fotógrafo Ricardo Muñoz Zaldo, el director de cine y periodista Raúl Criollo, la doctora en Ciencias Sociales, Karina Pizarro, quien dedicó su tesis a esta disciplina. También participarán Ferran Baile, coleccionista de cine, Shiadani García, productora y realizadora audiovisual, y Obed Sánchez, psicólogo, apasionados por el ring.

La conversación se llevará a cabo con motivo de la exposición Pancracio y Pasión en el Ring Mexicano, de fotografías de Ricardo Muñoz Zaldo, que será inaugurada el miércoles 9, a las 19.00 horas. La muestra, que consiste en 50 imágenes del deporte del pancracio: llaves, castigos, vuelos, sangre, público enardecido, máscaras y trajes, forma parte del programa que se lleva a cabo por el mes dedicado a México.

Con esta actividad comenzamos la temporada presencial en la sede de la Asociación Cultural, aunque con aforo reducido. Como cada año, el mes de septiembre, está dedicado a México. Este año, debido a la pandemia, no se llevarán a cabo concentraciones masivas para celebrar el Día del Grito, pero los mexicanos residentes en Barcelona podrán disfrutar de diferentes actividades.

EXPOSICIÓN

Con motivo del mes dedicado a México, la Asociación Cultural BiblioMusiCineteca inaugura la exposición Pancracio y Pasión en el Ring Mexicano, con más de 50 imágenes de este deporte, que consta de imágenes de llaves, castigos, vuelos, sangre, público enardecido, máscaras y trajes.

El joven artista mexicano es alumno del prestigioso fotógrafo internacional Héctor Montes de Oca, quien contribuyó a la selección de la muestra.

Ricardo Muñoz Zaldo nació en Xalapa (1994), y desde joven le llamó la atención la fotografía, por lo que empezó a capturar los atardeceres de su tierra. Al terminar el bachillerato viajó a Viena a estudiar alemán y de regreso a su ciudad natal, estudió la licenciatura en Comunicación con especialidad en Publicidad de la Universidad Anáhuac.

Ha trabajado como asistente personal del fotógrafo internacional de National Geographic, Héctor Montes de Oca, y como maestro asistente en el taller de fotografía creativa de la Universidad de Xalapa.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:

LAS RAICES POPULARES DE LA LUCHA LIBRE MEXICANA

El lunes 7 de septiembre tuvimos ocasión de disfrutar de una video-conferencia documental sobre la Lucha Libre Mexicana.

Contamos desde México y en directo con tres notables  especialistas del tema, Karina Pizarro, doctora en ciencias sociales y antropóloga, Raúl Criollo, periodista-cineasta y escritor co-autor del libro, ¡Quiero ver sangre!, historia ilustrada del cine de luchadores, y Ricardo Muñoz Zaldo, fotógrafo, autor de la exposición Pancracio y Pasión en el ring mexicano, que presentó en Barcelona en julio del 2019, en la Casa de México (MexCat) y que este mes de septiembre del 2020 tiene su continuidad también en Barcelona en la BiblioMusiCineteca.

El encuentro que contó como conductores a los jóvenes Shiadani García, productora audiovisual y estudiante de marketing, y a Obed Sánchez, psicólogo, fue muy interesante y aportó mucha información y curiosidades sobre el fascinante mundo de la lucha libre mexicana.

Los orígenes en los años 30

Las primeras versiones de la lucha libre como espectáculo se pueden encontrar en las carpas, teatros y cines donde se proyectaban películas y se ofrecían variedades para cubrir el cambio entre rollo y rollo o para completar la sesión. Entre los números de variedades había breves combates de lucha.

El 21 de septiembre de 1933, Salvador Lutteroth González, conocido también como el padre de la lucha libre en México, presentó la primera función de lucha libre en la capital de la República mexicana. Para ello alquiló el espacio de la Arena Modelo, la cual remodeló para este fin y rebautizó como Arena México. Al inicio copiaba la lucha libre estadounidense, muy en la línea ortodoxa de las normas de la grecorromana y pronto fue variando a la idiosincrasia mexicana. La lucha libre ya tenía su gran templo de referencia, con una capacidad para 4.500 espectadores. Este espacio con el tiempo ha ido acogiendo también grandes acontecimientos como Circos internacionales y en épocas más recientes conciertos de los cantantes y grupos más famosos.

El porqué del gran éxito popular de la lucha libre

México apenas había salido de las muchas luchas de la Revolución Mexicana, estaba definiendo una identidad nacional, sentir algo propio. Las clases medias copiaban los cánones estadounidenses y las clases populares encontraron en la lucha algo que les unía y representaba y en los luchadores sus líderes, sus iconos. Como bien dice Karina Pizarro lo más definitorio de la lucha mexicana es su “pinche desmadre”. Un desmadre que viene muy regulado y a la vez abierto y que tiene sus propios códigos, complejos y a la vez asequibles y sus diversas formas de leerse.  En la lucha libre convergen los principios de la tragedia griega, el bien enfrentado a el mal y el amor al odio, en su estado más puro y primario, los principios que nutren la literatura, el teatro y el cine. Y en el aspecto estético, representativo y plástico, la figura de la máscara que enlaza con sentimientos ancestrales de las culturas precolombinas.  Un espectáculo dirigido a todos los públicos, catártico, donde se exteriorizan los sentimientos y en todo momento hay una relación entre luchadores y público.

La época dorada de la lucha, años 30, 40 y 50

La lucha espectáculo fue siempre un evento urbano. En los inicios de la lucha se mantenían los cánones con variantes de la lucha grecorromana. Era una lucha muy de claveo, a ras de lona. Su gran expansión se produjo en los inicios de los años 50, a través de los cómics. El editor José G. Cruz tuvo la virtud de transformar en ídolos del cómic a los grandes luchadores. En 1951, los tirajes de los cómics del Santo, a quien definió como el Enmascarado de Plata, superaban el millón y medio de ejemplares por semana y se expandieron por toda Latinoamérica y a través de la comunidad hispana por Estados Unidos. Otros personajes de luchadores se incorporaron al cómic tal como Blue Demon, Huracán Ramírez, Neutrón, Mil Máscaras y Tinieblas.

El mundo de los enmascarados

El primer luchador que llevó una máscara en los rings mexicanos fue el irlandés recién llegado de Estados Unidos, Cyclone Makey en 1931. En 1933 otro estadounidense subió al ring con máscara La Maravilla Enmascarada. En estas mismas fechas apareció el primer mexicano con enmascarado, Murciélago Enmascarado o Murciélago Velázquez, en 1938, que luego hizo carrera como guionista de cine y literato. Pero todavía eran máscaras carentes de personalidad propia.

El cine inventa un nuevo género, el cine de luchadores.

El gran éxito de los cómics y las primeras retransmisiones televisivas, hicieron que el cine se interesara por el mundo de la lucha. Santo recibió muchas ofertas, pero no fue hasta 1958 que rodó su primera película.

Para entonces un nuevo género, el cine de luchadores ya había comenzado a hacerse popular. Primero con actores que interpretaban a luchadores, La bestia magnífica con el actor Crox Alvarado, luego caricaturista y guionista de cine, y El luchador fenómeno, con el cómico Resortes. También fue un actor quien dio primera vida a Huracán Ramírez, personaje creado para el cine que luego pasó al ring con el luchador Daniel García y El enmascarado de plata, inspirado en el personaje del Santo, pero que interpretó ante la negativa de éste, el luchador El Médico asesino, convirtiéndose en el primer luchador protagonista de una película. Todas estas películas se estrenaron en 1952, con gran éxito lo que motivó el rodaje de muchas más, prestándose a fundirse con otros géneros como el terror, la comedia, el western y la ciencia-ficción. En 1958, se produce el gran éxito de la primera película del Santo, Santo contra el cerebro del mal, con el auténtico enmascarado de plata de protagonista, a la que siguieron 52 más hasta 1982, fecha en que se retiró.  Santo era capaz de luchar contra todos los monstruos terrenos, espaciales y mitológicos pensables e impensables. Con él nace otra estrella Blue Demon y notables secundarios. Otro importante personaje, Neutrón (1960-65), creado por el director Federico Curiel y al que dio vida el luchador Wolf Rubinski, ya consolidado como actor iniciando una polifacética, larga y brillante carrera, viene a consolidar estos constantes vasos comunicantes entre cine, lucha libre y cómics. Mil Máscaras, Huracán Ramírez, Tinieblas..

El surrealismo en el cine de luchadores

El cine de luchadores trascendió, cruzó fronteras y consiguió premios en otros géneros como cine surrealista. Lo que le ha convertido en objeto de culto. El escritor André Bretón durante su visita a México sentenció, “Francia inventó el surrealismo, México lo vive”.  En su visita a México, el director de cine François Truffaut se quedó sorprendido de poder ver a el Santo, el de las películas, en vivo y luchando en el ring. Era como ir a New York y ver en directo a Spiderman escalando rascacielos. 

La larga lucha de las mujeres para acceder al ring

Los egos masculinos en todos los frentes siempre han sido y aún son muy fuertes y sobre todo en aquellos campos que consideran como propios y exclusivos. La lucha de las mujeres ha sido, es, larga y dificultosa, habida cuentas que en las mujeres convergen además los hechos de ser esposas y madres. Con todo y aún pudiendo acceder a los grandes escenarios. Aún queda camino para la necesaria igualdad. Recordamos nombres míticos de la lucha mexicana, Irma González, Lola Gonzalez, Natalia Vázquez, Princesa Sugehit, Dinastía Montero…

Los exóticos y los minis, mascotas y micro-estrellas

No deja de ser curioso el hecho de en un deporte tan masculino, se hayan podido introducir las figuras de los exóticos, luchadores que no ocultan su lado femenino, incluso con un claro alarde de ello (Gardenia Davis, Diva Salvaje, Pasión Kristal, Máximo, Coco Rosa, Polvo de Estrellas, La Chica Ye Ye..). Aunque existan estas contradicciones, no se puede olvidar que uno de los principios de la lucha es provocar al público. El popular luchador Tinieblas, inspirándose en un duende de la mitología maya, creó al primer luchador mascota, Alushe. Los mini son luchadores de estatura baja pero de proporciones normales y también están en otra categoría las micro-estrellas. (Microman, Gallito, Zacarias, Gulliver, Pequeño Goliat..). Con toda esta variedad y con todos los peros que puedan ponerse no puede negarse que la lucha es un espectáculo que ha demostrado ser más inclusivo que otros que aún niegan la entrada a amplios sectores de la población.

La lucha extrema

Una discutida variante reciente de la lucha libre mexicana es la lucha extrema en la que los luchadores van más allá de las espectaculares coreografías, que exigen una gran preparación atlética y sin duda son arriesgadas. En la lucha extrema priva la sangre y los luchadores en su fragor combativo de lesionan intencionadamente. Pese a que están reguladas, las heridas dejan sus secuelas. Rafael Farrás Osorio, co-fundador de la Comisión de Box Lucha, dijo “El público va a ver lucha libre, espectáculo familiar, no riñas callejeras”. La polémica está servida.

Nueva videoconferencia documental a finales de mes 

Con la participación del luchador profesional Tinieblas Jr., que no pudo estar presente en esta ocasión por problemas de agenda. Atentos a la página web, donde seguiremos informando.

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