El tema principal del último encuentro del Club del Espejo tuvo como protagonista la Utopía. Fue Tomas Moro quien en 1515 dio ese nombre a un libro sobre una isla en donde la vida era ejemplar. Ejemplo, que más tarde desarrollaron otros como Francis Bacon o Aldous Huxley. No fueron los primeros, ya que Platón en su libro la República imaginó una sociedad perfecta gobernada por los más sabios. Sin embargo, la utopía acoge bajo su concepto diversas áreas de la sociedad actual. Tampoco lo personal escapa a ese definición que abarca desde lo imposible de realizar al deseo de alcanzarlo. Convirtiéndose consecuentemente y junto a la esperanza, en motivo inconsciente de nuestra evolución.
El pasado día 22 de abril, durante el encuentro que tuvo lugar en las instalaciones de la BiblioMusicineteca, los asistentes al Club del Espejo pudieron ver y es uchar cómo la utopía participa y condiciona nuestra sociedad desde ámbitos tan diversos como la política, la religión, la educación o la tecnología. En lo personal, los deseos de alcanzar la felicidad durante el tránsito por la vida, junto a la búsqueda de la eterna juventud, fueron los temas principales del encuentro. Para documentar todo lo anterior, además de los argumentos, se analizaron escenas de películas como, “La Isla”, “Los Juegos del Hambre”, “El corazón de la Tierra” o “Metrópolis”, la obra maestra de Fritz Lang, que en el año 1927 se anticipó a mostrar una versión utópica de la realidad actual, muy cercana a la prevista por George Orwell en su obra 1984. Un Gran hermano capaz de controlarlo todo. Una versión totalmente contraria a lo que la utopía representa.
Antonio Inglés
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